- Continúo con la experiencia que os empecé a contar ayer y que tuve que dejar a medias. (Hoy la finalizo, no vuelvo a hacer otro coitus interruptus...je). Ayer conté la primera vez que me puse ropa interior de mujer. Aún recuerdo hoy que fue una experiencia maravillosa, sentirla en mi piel. Fue excitante. Además no fue como la mayoría de personas que he conocido, pues casi todas empiezan cogiendo a escondidas ropa de la madre o de una hermana. No, la mía fue diferente porque pese a la verguenza, pues estaba con dos amigos que me consideraban el más machote de los chicos del barrio, conseguí ponermelas y encima practicar sexo y con otro mirando. Fue algo muy vergonzoso pero a la vez muy excitante, aún hoy lo recuerdo como una de las veces que más me excité con el sexo, aunque no se si podría volver a hacer algo parecido pues soy un poco tímida...
- Seguíamos los dos abrazados y besándonos mientras el pobre Óscar nos miraba con cara de querer "jugar" con nosotros. Se había desnudado totalmente y sin ningún pudor se había corrido delante de nosotros excitadísimo y sin poder contenerse. A mí, la verdad, no me apetecía nada en ese momento practicar sexo con otra persona que no fuera con Miguel Ángel pues me había quedado prendada de él. Puede parecer una tontería pues tan sólo fue un acto sexual, en el que ni siquiera hubo penetración, pero me llenó tanto que me gustaba mucho ese chico.
- De repente, Miguel Ángel me susurró al oído. "Lo siento, cariño, pero tienes que hacerlo ahora con Óscar. No te preocupes, yo estaré aquí a tu lado, vigilando de que no se pase ni nada. Pero era un trato que hicimos y que sabes bien no podemos romper. Además, si te negaras a hacer algo con él iría contándole a todo el mundo lo que hemos hecho y que somos "maricones". Nuestra vida podría ser un infierno, pues aún somos muy jóvenes para irnos a vivr por ahí..."
- Le miré con escepticismo. Sabía que tenía razón pero no me apetecía tocar la polla de otro ni besar a otro que no fuera mi amor pero finalmente acepté porque no tenía ganas de pasar por algo terrible (Cuando era más pequeña aún, a un chico de mi colegio que le pillaron masturbándose en un baño del gimnasio con una foto de un chico le hicieron la vida imposible. Le pegaban o le insultaban continuamente en todos los sitios incluidos los profesores , aunque algunos intentamos ayudarle pero era imposible estar todo el día con él...)
- Finalmente acepté. Le dije a Óscar que se tumbara conmigo y casi se lanzó sobre el colchón mientras que Miguel Ángel se retiraba a un discreto segundo plano, eso sí seguía sin vestirse y vi como se tocaba mientras me guiñaba un ojo. Óscar me miró y me preguntó que qué había sentido. Le dije que había sido muy excitante, que quizás había sido por la ropa esa que llevaba puesta pero a que a mí me seguian gustando mucho las mujeres...
- Evidentemente, no se creyó nada de lo que había dicho pero me dijo que de acuerdo y que no me preocupara pues no le contaría nada a nadie y que a él también le gustaban mucho más las mujeres pero qu vestido así parecía una mujer (Además yo siempre he llevado el pelo largo, incluso de pequeña cuando nadie lo llevaba, recuerdo que me llegaban a confundir de pequeña con una niña ante el mosqueo de mis padres...).
- Aquellas palabras de Óscar lejos de irritarme por llamarme chica, me excitaron mucho más. Noté como mi pequeño pene se ponía duro de nuevo y Óscar que se había dado cuenta decidió restregar su polla, que la verdad estaba bastante bien, con la mía estuvimos un buen rato frotándonos nuestros penes y besándonos la boca mientras que por el rabillo del ojo no paraba de mirar a mi amado que se estaba masturbando. Quería decirle con la mirada que lo sentía, que deseaba ser suya para siempre pero que las circunstancias me obligaban. Él pareció entenderlo y me pareció entenderle por los gestos que "tranquila, que no pasaba nada.."
- Cuando llevábamos un buen rato frotandonos los penes (Algo que es muy excitante, por sí alguno no lo ha hecho nunca..jeje), Óscar me dejó de besar en la boca y me empezó a besar en el cuello. Me excitaba muchísimo pero le pedí que no me hiciera marcas pues no tenía ganas de "inventarme una novia fantasma en clase". Él me susurró al oído que tranquilo,que sabía como hacerlo sin hacer marcas. Además me pidió que se la chupara un poco que estaba a punto de correrse y que no me preocupara que no se lo contaría a nadie y me avisaría cuando se fuera a correr.
- No se porqué lo hice pero le dije que de acuerdo. Se notaba que Óscar tenía muchísima más experiencia que Miguel Ángel por el aguante que estaba teninedo y porqué me fue indicando como le tenía que chupara la polla y la velocidad a la que tenía que ir en cada momento.
- Me encantó sentir ese pollón en mi boca. Hubo momentos en los que tuve que abrir mucho la boca para no sentir arcadas pues no podía respirar bien pero finalmente le pillé el truco. Me excité tanto que me corrí irremediablemente, sobre todo por la ayuda de mi compañero de "juegos" que me estaba masturbando mientras yo se la chupaba.
- Aguantó mucho tiempo, según me contó luego Miguel Ángel, pero a mi se me pasó volando. Pese a que se la acababa de chupar a mi amado, esa vez estaba disfrutando mucho más. Me encantó acariciarle los huevos mientras se la chupaba, de ir despacio y luego cambiar el ritmo y de lamerle sólo el glande.. En fin, hice una mamada estupenda y Óscar me lo compensó echándome todo en el interior.
- Intenté girarme pero no me dio tiempo y me tragué más de la mitad. Me dio mucho asco, pero más psicológico que otra cosa, y me dieron arcadas. Óscar se tumbó extasiado a mi lado y me pidió perdón, me dijo que no pudo evitarlo y que había sido la mejor mamada de su vida. En seguida vino Miguel Ángel, al que vi que también se había corrido de nuevo, y me dijo que "tranquila, que no pasaba nada". Pese al asco que sentía por haberme tragado eso (Con el tiempo y con algunos que he amado, he cambiado de opinión..jeje) me sentía mujer de nuevo. ¡¡Me había dicho que tranquila. Además los dos me trataban como si fuera una chica!!.
- A los pocos segundos de haber terminado vi como, Óscar miraba su reloj y se dio cuenta de que llegaba tarde a su casa. Se vistió en dos segundos y se fue corriendo. Despidiéndose de nosotros. De Miguel Ángel con un abrazo y de mi de un fuerte beso en la boca, ante el mosqueo de mi querido Miguel A. Nos recordó que lo que había pasado ahí tenía que ser un secreto y no contarle nada a nadie. Le juramos que así haríamos.
- En cuanto se fue, Miguel Ángel se puso a vestirse y a soltar improperios, sobre todo por el último beso que le di en la boca. Le corté de raiz e impedí que se siguiera vistiendo. Le volví a desvestir mientras le besaba por todo el cuerpo Le susurré al oído que tranquilo. "Qué sólo le quería a él y que sería mi hombre para siempre. Qué estaba deseando seguir haciendo sexo con él". Noté que se le puso dura como una barra de hierro. Se la empecé a acariciar y seguimos amandonos hasta que llegó la noche.
- No hicimos el amor aquella vez pero nos enamorarmos hasta hartarnos. Se me pasó el tiempo volando y me sentía la más femenina del mundo con aquel sujetador y aquellas medias (las bragas me las puse, de nuevo, después de correrme por enésima vez y de limpiarme...). Llegué a casa tardísimo y me gané una bronca espectacular, al igual que mi querido Miguel Angel. Pero no me importó pues estaba en las nubes mientras me metían caña. Mi hermano no paró de reirse de mi en toda la noche y creo que se dio cuenta de que había tenido "algún rollo con una chica". Pese a su insistencia no le dije nada. Como se puso tan pesado le dije que era una "chica que ya tenía novio y por eso no podía decir nada". Me miró alucinado. Sabía que yo era un "machote pero no se esperaba que lo fuera tanto". Me dijo que estaba orgulloso de mi y se fue a dormir con una sonrisa en la boca. Yo , antes de irme a dormir, pasé un "buen rato en el cuarto de baño recordando a mi amado." Estaba tan excitada que me corrí dos veces antes de salir y dormí aquella noche de un tirón hasta que tocó madrugar. Y, por mucha vez en mucho tiempo, me levanté con una sonrisa de oreja a oreja...