lunes, 27 de enero de 2014

La primera vez que me puse ropa de mujer... (Parte primera)




- No olvidaré nunca la primera vez que me puse ropa de mujer. Llevaba tiempo fantaseando con ello pero no me terminaba de atrever. Tenía 14 años por aquella época y como todos los chavales estaba todo el día con las hormonas revolucionadas. Por aquel entonces me creía el más heterosexual y machote del mundo hasta un día en el que... 

- Varios chicos fuimos a un descampado cercano a dónde yo vivía en esa época (en un popular pueblo de Madrid muy conocido y poblado, pero que no diré para evitar dar pistas..jeje) y uno de ellos dijo que habían encontrado un colchón abandonado y que lo habían escondido en unos matorrales cercanos (por aquella época en los pueblos grandes de Madrid aún había descampados y sitios con vegetación no muy alejados del núcleo urbano...). Nos llevaron al sitio en donde lo tenían escondido. La verdad era, recuerdo que pensé en aquella época, un buen sitio para esconder cosas o esconder gente. Estaba alejado de cualquier carretera y tenías que andar un buen rato a través de caminos llenos de arbustos y piedras...
- Cuando llegamos uno de los chicos propuso que jugáramos a "hacer sexo entre hombres y mujeres" y que como éramos seis, tres harían de hombres y de mujeres. Tres de nosotros nos enfadamos y dijimos que no jugaríamos a ese juego ya que era una "mariconada" (¡Ay, si llego a saber lo que me depararía el destino mucho más tarde!...jajajaja) y nos disponíamos a irnos cuando otro más se nos acercó y nos dijo que teníamos razon y que él también se iba. Así que se quedaron dos y yo, que también me iba, me quede el último. Entonces, uno de ellos y antes de que nos fuéramos, me agarró del hombro y me pidió que me quedara que me tenía "que contar un secreto". El resto del grupo lo escuchó y preguntó sí podían quedarse a oírlo. Pero les dijo que no, que sólo a mí. Así que se fueron medio enfadados y gritando tonterías, pero afortunadamente se fueron.
- Aquel chico, digamos que se llamaba Óscar, era muy atractivo y mayor que yo. Tendría unos  15 o 16 años. Ya estaba formado , tenía musculatura y ligaba bastante con las chicas. Cuando vio que ya estaban muy lejos los demás, me llevó al lado del colchón y me sacó ropa interior femenina que habían "cogido prestada" de una terraza. La miré y no se porqué me encantó. La acaricié y la olí... Me quedé tan absorto que los otros dos chicos se miraron, se rieron y me dijero que sí tanto me gustaba que me la podía "probar". Seguro que lo hicieron para picarme y para que me enfadara pero aún no se porqué les contesté que me gustaría probarlo para saber lo que sentía una mujer al ponerse esa ropa. Los dos se quedaron alucinados y me dijeron que de acuerdo que me dejaban solo para que me la pusiera...
- Tardé bastante en ponermela porqué yo mismo me comía la cabeza llamándome maricón y diciéndome que lo peor sería cuando los otros dos, Óscar y Miguel Ángel se chivaran a todo el mundo y dijeran lo que había hecho pero se me ocurrió una idea que a la postre salió perfecta. Era finales de primavera , hacía calor pero no mucho así que me quité la ropa corriendo y me puse, con toda la delicadeza del mundo las medias, las braguitas negras y el sujetador marrón que había en el colchón. 
-Recuerdo que sufrí una erección instantánea. No me corrí de milagro pero sentí algo maravilloso, algo que no había sentido nunca cuando me masturbaba (y en aquella época me podía hacer 5 ó 6 pajas al día, facilmente). Me encontraba tan agusto que tardé unos segundos en llamar a mis compañeros y decirles que estaba preparado. 
- Los dos se quedaron alucinados cuando llegaron. Me suplicaron que jugáramos a "hacer sexo entre hombres y mujeres" y que yo, a quien quedaba también aquella ropa, hiciera de mujer. Me dijeron que a cambio me darían el próximo fin de semana la mitad, cada uno, de su paga y que guardaríamos secreto para siempre (algo muy serio para nosotros en aquella época...). Nos escupimos en la mano y nos la dimos (con aquella acción realizábamos nuestro contrato más sagrado...). Acordamos que uno de los dos amigos, que hacía de hombre, vigilara por sí volvía el resto del grupo y el otro, Miguel Ángel, que por aquella época era mi mejor amigo fue el primer hombre que se iba "a acosta conmigo."
- Miguel Ángel era un chico muy callado, muy buena persona pero sincero y muy detallista. Me llevaba muy bien con él porqué a los dos nos encantaba irnos por ahí con la bici  y perdernos hasta que volvíamos a cas agotados y nos echaban la bronca nuestras respectivas madres. Miguel Ángel tenía mi edad pero estaba mucho más desarrollado que yo. Me quedé alucinado cuando se desnudó y me enseñó su polla. Era enorme, para mis infantiles ojos pues luego me las "he comido" mucho más grandes...jajaja, casi el doble que la mía y llena de pelos. A mí , que todavía no me había "hecho hombre", me dejó alucinado ese pene ya que yo ni tenía pelos y tenía un pene pequeño e infantil, aunque llevaba empalmado un buen rato y casí me corrí cuando vi el de mi amigo. Él se dio cuenta y se azoró. Se acercó a mi y me preguntó al oído que sí era gay, que podía confiar en él y no se lo diría a nadie ( en aquella época no había tanta libertad sexual y  ser homosexual estaba "muy mal visto") No se porqué le dije la verdad, le dije que nunca me había pasado nada parcido. Qué me gustaban mucho las mujeres pero qué me encantaba vestirme así y verle desnudo. Qué me había excitado mucho viendo su enorme polla.
- Aquello le gustó mucho y me pidió que me sentara en el colchón. Lo hice sin rechistar. Me puso la polla a la altura de la boca y me pidió que se la tocara un poco. Le dije que nunca había hecho nada parecido y que me daba verguenza, que luego todos me llamarían maricón y ...
- Me interrumpió y me dijo que sí contaba algo, él también sería maricón. Aquello me convenció, así que le empezé a tocar la polla. No era lo mismo que tocarme la mía, me gustó mucho. Estaba muy caliente y al poco se le puso durísima. Me encantó sentir esa erección en mi mano. Me suplicó que me la metiera en la boca. Me negué. Le dije que aquello sí que era de maricones. Me suplicó que lo hiciera, que llevaba tiempo enamorado de mí, en silencio, y que aquella era la oportunidad de su vida. Para terminar de convencerme me dijo que me daría la mitad de su paga durante un mes entero.
- Me quedé absorto. Mi amigo enamorado de mí. No sabía si salir corriendo, llorar, vestirme e irme o qué.. pero estaba tan excitado que decidí probar. Recuerdo que fuí muy torpe y me la metí con miedo en la boca. Me dieron arcadas pero mi amigo me guió y me enseñó como hacerlo, despacito y bien. No llevaba ni un minuto haciéndolo cuando noté como me corría. Todas mis braguitas se empaparon. Me dio un calambre y sentí un orgasmo como nunca lo había hecho. Aquella fue mi primera vez. Mi amigo se dio cuenta y me preguntó sí era la primera vez que me corría. Le dije que sí, a lo que me respondió que me quitara las bragas para no mancharlas más y que me tumbara. Me tumbé boca arriba y de repente mi amigo, que ya estaba totalmente desnudo, se  tumbó junto a mí y me empezó a limpiar el pene con su boca. ¡¡Se tragó todo mi semen!!
- Algo que, en otro momento me hubiera dado asco, me hizo estremecerme de placer y noté como me volvía a empalmar ante mi juvenil asombro. Noté como Óscar, nos vigilaba desde la distancia pero sin decir nada. Vi como se había desnudado también y se masturbaba frenéticamente. Aquello en vez de enfadarme, me excitó mucho más aún. No le dije nada a Miguel Ángel para que no se diera la vuelta y no parara con lo que estaba haciendo. Cuando Miguel Ángel vio que estaba, nuevamente, empalmado se subió hasta la altura de mi boca y me susurró cosas bonitas al oido. Me dijo que le gustaba mucho y que le encantaba mi polla aunque fuera pequeña. Me dijo que estaba viviendo un sueño conmigo. De repente me besó en la boca. Creía que me iba a dar asco pero me encantó. Jamás lo había hecho. Me excité tanto que me apreté contra él mientras le manoseaba todas las partes de su cuerpo, especialmente la polla y su durito culo.
- El pobre Miguel Ángel no aguantó más y se corrió sobre mi cuerpo. Aquello me excitó un montón y yo también me corrí. Se tumbó a mi lado y nos miramos los dos como dos enamorados. Era una tontería juvenil pero yo no sabía nada, en aquella época, sobre el amor. No se porqué pero me creí enamorado de él pero por otra parte eramos hombres y no nos podíamos enamorar. Así que le dije en un susurro que lo repetiríamos todas las tardes pero los dos sólos, sin Óscar y vistiéndome de mujer. Así podiamos ser novios. Faltaba buscarme un nombre de chica para cuando me vistiera de mujer....


-  (CONTINUARÁ....)

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