miércoles, 25 de enero de 2017

Ser crossdresser debería ser símbolo de normalidad...


- Hace mucho que no escribía en mi blog, la verdad es que estuve a punto de borrarlo puesto que ya no soy una crossdresser. Lo fuí durante años pero un buen día tomé la determinación de hacerme mujer. En un principio no lo tenía muy claro, pues sexualmente soy lo que se podría considerar una "todo terreno" pues me gusta casi todo en el sexo (menos el porno duro, aunque las cochinadas consentidas y no muy salvajes me encantan, que se le va a hacer...jajaja), y además me gustaba también vestirme de vez en cuando de hombre para sentir la diferencia entre una piel y otra. 
- Pero con el tiempo me fuí dando cuenta de que cada vez me sentía menos cómoda con el papel de hombre y me gustaba haciendo de "crossdresser". Ya no era sólo de "Closet" pues un día le eché valor y salí a la calle vestida como siempre me gustaba ir, de mujer.
- Al principio no lo hice muy bien pues no sabía ni maquillarme y no me vestía muy allá así que tuve que aguantar los típicos insultos de maricón, incluso en una ocasión tuve que correr a esconderme en un centro comercial para no ser salvamente apaleada pero nada de eso me detuvo. Seguí vistiendome cada vez más de mujer, e hice salidas más largas en la calle: no sólo iba al cine sino paseaba con amigas, ibamos a cafeterías...
- Poco a poco aprendí a maquillarme, a disimular bultos que humillan y a vestirme y sentirme cada vez más como mujer. Hasta que un buen día terminé la determinación de no volver a ser hombre nunca más. ¿Sí no me sentía así porque me debía vestir así?
- A partir de ahí la ropa de mujer fue mi exclusiva, tiré o regalé la de hombre, me tuve que ir del país pero finalmente me fuí convirtiendo poco a poco en la mujer que soy hoy en día... Jamás me arrepiento, ni un sólo día y doy gracias al universo por haberme dado valor para haber dado el paso hacia la visibilidad. Probarlo, chicas, veréis como no os arrepentiréis...





No hay comentarios:

Publicar un comentario